<<El amor es un
paralaje>>[1]
es una arlequinada escrita cuando Sylvia era potrilla. Papá Otto hace de
Pantalón, de celoso y ridículo Vejete,
y busca estorbar los amores de su hija, que Arlequín, o el “fauno”, se la
roban.
“Ahora bésame de nuevo: hasta que nuestro estricto padre,
asomándose,
mande que echen el telón sobre nuestras
mil escenas;
los descarados actores se mofan de él,
multiplican los rosados arlequines y
cantan
en alegre ventriloquía entre bastidores
mientras
llamean las candilejas y se van apagando las luces de la sala.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario